Cuando recibió la propuesta lo pensó mucho. Carlos Silvestri al fin se había consolidado como entrenador en Primera División, pero la llamada fue tentadora: dirigir a la Selección Peruana Sub 17 en una Copa del Mundo, que, incluso, se iba a jugar en nuestro país. Le costó, aún así aceptó ya que todo pintaba perfecto. Ni su lado menos optimista imaginó el final de esta historia.
Vistiendo una casaca blanca, Carlos Silvestri veía desde el palco de honor cómo cada gol de Ecuador quebraba cada uno de sus sueños y objetivos colectivos. Su paso por esta Selección Peruana Sub 17, que debía culminar en un Mundial, había acabado de manera abrupta. Nunca se sintió menos cuando perdimos la sede, al contrario, trabajo más duro, lástima que se ahogó en la orilla.
Hace trece meses, Carlos Silvestri se puso por primera vez la indumentaria de la Selección Peruana Sub 17. Con la base del plantel Sub 15 que llegó a semifinales del Sudamericano en 2017 (convocó a 21 de 22 futbolistas de ese equipo), el exarquero comenzó su trabajo en cara a hacer un buen Mundial con la categoría 2002.
Paciente y muy estudioso, Carlos Silvestri comenzó a formar una base también con jugadores de todos los rincones dentro e, incluso, fuera del Perú. Con un buen trabajo de scout, encontró desde Alessandro Burlamaquí, quien al año de nacido se fue a vivir a España, hasta a Alexander Robertson, inglés de nacionalidad australiana con raíces peruanas, que juega en el Manchester City.
Su larga experiencia dirigiendo a menores en la 'U' lo ayudaron para armar su equipo en la Selección Peruana Sub 17. Lo primero que hizo es dejar un equipo establecido, que ya se conocía de memoria desde el primer amistoso, ante Costa Rica el 17 de abril de 2018.
Esto fue importante, pues vimos a un equipo ya formado en el Sudamericano de Lima. Quince llegaron de la bicolor Sub 15, con nueve como habituales titulares (solo cambió al lateral derecho (Aguilar) y extremo derecho (Grimaldo)) y tuvo a Edgar Texeira, el entrenador de ese plantel, como su asistente. El trabajo estuvo bien planificado y ordenado en ese aspecto.
Con mucho criterio y cauteloso para declarar, Carlos Silvestri trató de no reflejar algún nervio a los futbolistas, importante ya que son chicos entre 15 a 17 años, al igual que la prensa o hinchas. Eso sí, quizás pudo controlar mejor la presión y responsabilidad de ser locales, que se notó en algunos momentos de la campaña.
¿Cuál será el futuro de Carlos Silvestri? Muchos ya lo piden como entrenador del seleccionado Sub 20, que tendrá como base a la categoría 2001, o que trabaje con la siguiente Sub 17 (cat. 2004), pero la Federación Peruana de Fútbol tendrá la última palabra. Valgan verdades, todo trabajo serio y bien planificado debería seguir su curso.