Los Juegos Parapanamericanos Lima 2019 demuestran que no hay barreras para lograr lo que nos proponemos y que en base al esfuerzo podemos alcanzar lo inimaginable.
Es así como todos los deportistas paralímpicos del continente americano nos han dado a conocer que, para conseguir sus sueños, deben luchar por ellos.
Un claro ejemplo de esto es el que nos dio el atleta invidente Alejandro Pacheco, quien de cantar en el Metro de Ciudad de México ganó una medalla de bronce.
A continuación, te contamos la historia de este joven que encontró en el deporte un camino de superación.
Alejandro Pacheco es un atleta paralímpico mexicano que logró subir al podio tras obtener el tercer lugar en la prueba de los 1.500 metros T11, en la categoría de Ciegos y Débiles Visuales de los Juegos Parapanamericanos, al haber hecho un tiempo de 4 minutos 26 segundos 64 centésimas, su mejor marca de la temporada.
Pese a representar a su país, el camino para que llegara a Lima 2019 no fue nada fácil, ya que tuvo que costear sus entrenamientos y viaje al Perú por su propia cuenta.
Por tal motivo, Pacheco cuenta que todos los días antes de entrenar se va junto a un amigo al Metro de Ciudad de México a cantar para obtener dinero.
“Tengo que salir a pedir apoyo dentro de los vagones. No es precisamente lo que me gusta hacer porque yo no canto bien, no es mi talento cantar, mi talento es correr; pero lo tengo que hacer con toda la pena para hacer lo que realmente me gusta que es el deporte”, dijo en una entrevista al portal Récord México.
El deportista perdió la vista a los 19 años a consecuencia de una sobredosis de droga y alcoholismo que le atrofió el nervio óptico.
“Yo normalmente era una persona con adicciones. Desde temprana edad empecé a andar en la calle. No había orden en mi vida y estuve así muchos años hasta que llegó el límite cuando me dio una intoxicación neurocerebral que me provocó la ceguera”, manifestó a Plumas Atómicas.
Alejandro Pacheco considera que este cambio radical en su vida fue un “jalón de orejas” porque si no le hubiera pasado ello, quizás hasta ahora estaría consumiendo dichas sustancias.
El atleta narró que tras este episodio en su vida empezó a entrenar en su casa, pero no fue hasta que conoció a María Rosa Montalvo Sánchez, una maestra que lo invitó a formar parte del equipo de atletismo para ciegos, que encontró un camino de superación a través del deporte y desde los 22 años se ha dedicado a correr.
Ahora está enfocado en su carrera deportiva con la que ha obtenido más de 40 medallas nacionales y ocho internacionales. Pero pese a haber logrado victorias para México, en su país no le brindan el apoyo que quisiera.
“No se me hace justo porque al final de cuentas es representar al país. El trabajo de un atleta de alto rendimiento es entrenar y salir a representar al país, ¿no? Lo externo corresponde a las autoridades […]. Si los deportistas lo están haciendo bien debe haber una recompensa o al menos un impulso para que puedan llegar a un mejor nivel”, señaló.
Por tal motivo, tiene que subir a cantar a los vagones del Metro y costear su alimentación, pasajes y viáticos, así como su equipo para correr.
La única vez que las autoridades lo apoyaron fue cuando ganó en Brasil, pero después que perdió un proceso selectivo para una competencia internacional, le quitaron todo.
En mayo de 2018, Alejandro Pacheco tuvo conflictos con vagoneros que le reclamaban su “territorio” y fue agredido. “Iba acompañado de Víctor, alguien que me apoya, y de repente escucho a unos sujetos decirme que ‘me fuera’, ‘que no es mi zona'”, indicó al medio La Afición.
Después de los insultos, lo golpearon en la espalda y piernas, incluso una de sus muñecas quedó lastimada. “[Quiero] pedir apoyo, ahí [en el Metro] es una de las formas en las que puedo subsistir y pagar mis entrenamientos para seguir en el deporte”, dijo en esa oportunidad.
A pesar de la falta de apoyo, el atleta paralímpico dice que seguirá esforzándose para continuar llevando medallas a México y da gracias por todo lo que está viviendo.
“Siempre tengo en mente que las cosas pasan por algo. Si pasa algo malo es porque aparecerán cosas buenas”, aseveró.