Gianni Infantino ganó este viernes en Zúrich, con 115 votos, la elección presidencial de la FIFA y se convirtió en el sucesor de Joseph Blatter, con la complicada tarea de devolver la credibilidad a la organización, hundida desde hace nueve meses por escándalos de corrupción.
Necesitaba una mayoría simple, de más del 50%, y la cifra para ello era de 104. El otro gran favorito, el jeque bahreiní Salman, reunió 88 sufragios en la segunda vuelta, por 4 del príncipe Jordano Ali y cero del francés Jérôme Champagne.
"Me faltan las palabras para manifestar mis emociones. Les dije que había emprendido un viaje, un viaje extraordinario que me permitió encontrar a mucha gente extraordinaria, que ama el fútbol, que respira el fútbol. Mucha gente que se merece que la FIFA sea una organización respetable", dijo Infantino tras saberse vencedor .
Los trasvases de votos y los movimientos estratégicos surtieron efecto en la segunda votación, después de que en la primera vuelta, donde hacían falta dos tercios de los votos (138) para ganar, la situación hubiera quedado muy abierta, con una corta ventaja de Infantino sobre Salman (88 contra 85), por 27 de Ali y 7 para Champagne.
"Quiero ser el presidente de todos ustedes, de las 209 federaciones nacionales. He recorrido el mundo y seguiré haciéndolo. Quiero trabajar con todos ustedes, junto a todos, para restaurar y reconstruir una nueva era en la FIFA para que el fútbol vuelva al centro del escenario", señaló Infantino tras la segunda vuelta.
"La FIFA ha atravesado momentos difíciles de crisis, pero con esto le ponemos punto final. Hemos aprobado reformas de buen gobierno y transparencia. Vamos a conquistar el respeto con trabajo y dedicación. Lo haremos para poder concentrarnos en este deporte magnífico", concluyó en su primera alocución como presidente.
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(EZ)