Anoche se realizó el sorteo de los grupos de la Copa Libertadores, torneo que nunca ha ganado ningún club peruano. Más allá de las dos finales disputadas en el siglo pasado por Universitario de Deportes (1972) y Sporting Cristal (1997), lo de los equipos peruanos es pobrísimo en la Libertadores, donde hace cinco años no pasamos de la primera ronda.
Son varios los factores que explican el fracaso peruano en la Copa Libertadores. Sin duda, la informalidad de nuestra liga, que cada temporada cambia de formato, influye enormemente. Siempre cambiamos las bases y los campeonatos nunca son iguales de un año a otro. Encontrar clubes insolventes en primera división ya no sorprende a nadie. Tampoco que muchos partidos se definan en la mesa.
Con lo difícil que ya ha sido hasta hoy reunir a 16 clubes formales y responsables, las autoridades han tenido la ‘genial’ idea de aumentar a 18 los equipos que disputarán la liga en el 2019. Una medida que hará menos competitivo a un torneo cada vez más rezagado en la región.
Por si fuera poco, las autoridades siguen empeñadas en mantener un calendario nefasto para nuestros clubes, que todos los años juegan en la Libertadores su primer partido oficial del año, con jugadores recién salidos de la pretemporada, que muchas veces acaban de conocerse. Sí, pues, damos todas las ventajas a nuestros rivales.
Ojalá que nos equivoquemos y este 2019 nos vaya mejor. Pero para alcanzar resultados distintos hay que actuar de manera diferente. Y eso es algo que nuestros dirigentes del fútbol parecen no acabar de entender.