"Cien días de felicidad" es un libro de Faustro Brizzi en el que relata sus tres últimos meses de vida. El autor nos arranca una sonrisa más allá del trágico final. A partir del 8 de marzo, el hincha de la Selección Peruana pasará una situación a la inversa y volverá a la vida al ver (para muchos por primera vez) a la bicolor en un Mundial. Seremos felices para siempre en una centena de amaneceres.
Un poco más de 13 mil kilómetros separan al Estadio Nacional de Saransk, sede del debut blanquirrojo en Rusia 2018. La ciudad que siglos atrás albergó a las etnias moksha y erzya, lo hará a miles de peruanos que ocuparán su territorio para ser testigos del histórico encuentro ante Dinamarca. ¿Cómo pedirle a todo un país que aguante cien días más para el partido más esperado de sus vidas?
Cien días para soñar
Hoy miles de peruanos esperamos ansiosos ver la camiseta bicolor en Rusia 2018, pero hace algunas décadas fue muy distinto. Previo al Mundial de 1930, Perú vestía totalmente de blanco y solo un centenar de limeños se despidieron al plantel en el puerto de El Callao. El viaje fue, literalmente, por mar y tierra para llegar a Montevideo.
A falta de cien días, la Selección Peruana no tenía entrenador, ni convocados y hasta se cuestionaba su participación en la primera Copa del Mundo de la historia. Situación muy distinta cuarenta años después, donde ya estaba todo prácticamente listo para participar en México 1970 y los aficionados contaban los días para el debut ante Bulgaria.
Héctor Chumpitaz, capitán de la Selección Peruana en Mundiales de 1970 y 1978, conserva en su memoria hasta el mínimo detalle de esta larga espera. En tiempos donde el internet era un sueño, la radio, la buena convivencia y hasta el fútbol de mesa ayudaban a los futbolistas para entretenerse. Eran otras épocas.
De Didí a Gareca
Si eras peruano de hasta 39 años en agosto de 1969, quería decir que nunca habías visto a la bicolor en un Mundial. El verbo 'visto' quizás no esté bien utilizado pues los hinchas de antaño se informaban de los partidos en tiempo real gracias a los megáfonos. Todo cambió el último día de ese mes, Perú empató en La Bombonera y México se convirtió en el repentino destino turístico más solicitado por los incaicos.
El chileno Rafael Hormazábal tuvo la valentía de anular un gol argentino al último minuto y así convertir a Didí en el nuevo héroe nacional. Cualquier decisión o palabra del brasileño era ley para los hinchas que vivían una inédita situación en sus vidas. Ricardo Gareca vive una situación similar a falta de cien días de nuestro debut en Rusia.
¿Cómo esperar cien días más?
Hace cuatro décadas, los hinchas peruanos esperaban con muchas ansias el debut mundialista, así en 1982 se convirtiera en algo 'normal'. Cambios de televisión, conversaciones en la calle, coleccionar álbumes y debates en qué futbolistas deben viajar no son situaciones ajenas al presente. La gran diferencia es la presencia de las redes sociales, que incrementan la angustia de esta espera.
En 1930 todo era distinto. No había televisión ni álbum, los futbolistas pasaron parte de esos cien días viajando y los hinchas aún no eran conscientes de qué era una Copa del Mundo. Para 1982, la expectativa por el 'mejor equipo peruano de todos los tiempos' carcomía a los hinchas.
Actualmente, gran cantidad de peruanos ya tienen pasajes, entradas y estadía confirmada. Las rutas de Saransk, Ekaterimburgo y Sochi ya han sido conocidas gracias a Google Maps, así que estos cien días se pueden convertir en los más largos de sus vidas. ¿Cómo vas a esperar estos tres meses previos a Rusia 2018?